En el taller pasaban a menudo cosas de todo tipo y de las mas diversas indoles, una de esas cosas era la forma en la que los demas talleristas despedian a un tallerista en su ultima dia de trabajo.
Durante largo rato los talleristas que seguirian laburando en el taller hagarraban papeles de hojas en blanco, requerimientos, documentos o cualquier cosa que encontraban cerca y los cortaban en pequeños pedacitos a modo de papale picada.
Al llegar las 6 de la tarde o cuando el homenajeado se estaba por retirar, varios talleristas se reunian junto a el homenajeado y le tiraban miles de papeles al aire y luego se explotaba en un aplauso atronador.
Eso si y es algo buena para destacar siempre el compañerismo que existia entre los talleristas, salvando obiamente las excepciones.
Todos o casi todos los ex-talleristas fueron homenajeados de esta forma.
Lo gracioso tambien era que los papelitos tirados en el piso, permanecian ahi durante dias, hasta que algun tallerista decidiera agarrar una escoba y limpiarlos.
viernes, 5 de septiembre de 2008
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4 comentarios:
recuerdo haber inaugurado esta costumbre cuando lo echaron al cabeza de perro.
jo jo
Que es todo esto????? Los voy a rajar a todos. Ayala.
espero mas historias me muero de la risa
F
jajaja el cabeza de perro alto personaje!
extraño los papelitos en el suelo
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