Hubo un hecho extremandamente curioso y para los talleristas mas cercanos al personaje en cuestión, fue el hecho mas caricaturesco, risueño y jocoso de uno de los mas conspicuos, entrañables, querido y querible tallerista, hoy día se mantiene a flote en el taller.
Resultó ser que este obrero del teclado, verdadero obrero del teclado, que de tan antiguo supo pertenecer a todos los nombre, formatos y administraciones del taller, cierto día supo no concurrir a sus obligaciones tareas laborales.
En dicho tiempo, la administración de recursos humanos estaba dirigida por un actor hollywoodense venido a menos, sean penn, famoso coimero de las rrhh. Como era de esperar, no se supo por parte de rrhh el motivo por el cual nuestro querido personaje fue ausente.
Al día siguiente llegó munido de un parche adhesivo colocado en su frente marchita. Al verlo con dicho emolumento de primeros auxilios se le pregunta que le había asestado tal cicatriz caricaturil, própia del pato donald. La constestación fue escueta como todo lo de él, "me lastimé con una bicicleta de gimnasia por la mañana, que tengo en mi casa, me dieron dos puntos.".
El parche apósito tenía el famosisimo formato cruzado en diagonal el que formaba la genuina Cruz de San Andrez, utilizada en el tránsito citadino y rutero para avisar sobre un cruce ferrocarril.
A los pocos días, dicha Cruz, que ya fue célebre desapareció, pero los puntos y/o cicatriz debajo de la misma, nunca pudieron ser vistos.
El hecho, para los mas cercanos a tan entrañable compañero, fue bautizado como "La Cruz de San Andres", fue festejado como algo póstumo en el arte camuflar la razon de su ausencia.
Para los talleristas, la cruz de san andres, bautizada así por otro de los mas queribles obreros funcionales no volvió a ser lo mismo.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
En el taller hubo sexo implicito?
No se contestan preguntas desde un anónimo.
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