De mexico con amor

En el taller teniamos una consideración especial hacia los talleristas mexicanos, en especial a Tadeo Cote (si, es el nombre real, no un clásico apodo talleriano) y a José Garcia. Estos talleristas, a quienes nunca se les vio la cara en Buenos Aires (salvo contadísimos talleristas viajaeros) en realidad eran oriundos de Venezuela pero trabajaban para la empresa de Carlos Slim. Mas de una vez nos preguntamos quien logró vender semejante producto a tal empresa. La cuestión que la versión del valorizador de dicho país no tenía la funcionalidad llamada, y emblemática, "tasación diaria".

Un par de obreros, uno funcional y otro del teclado, puso en práctica dicha funcionalidad ( y lo curioso de todo es que logró hacerla funcionar, esto era muy poco habitual en los productor del taller, no por desidia de los obreros sino por los soberanos muros de inutilidad que construian algunos capataces). Ahora provenía lo mas dificil, complicado, tortuoso y repulsivo que podía un obrero realizar; no era instalarlo, no era hacerlo funcionar en el cliente sino era explicarlo a algún capataz. Esto de por si era arto complicado en Buenos Aires imaginen por telefono y a un extranjero.

El obrero funcional hizo denodados esfuerzos por semanas para explicar telefonicamente la cosa. El obrero del teclado hizo la misma tarea desde el punto de vista técnico, si era dificil la explicación funcional imaginen la técnica. Hasta que el obrero funcional pidio ayuda al obrero tecladista y se armo la conferencia mas rutilante que se haya visto.

De dicha conferencia participaron un obrero funcional, un obrero del teclado y en segunda instancia una inutil capataz. El desarrollo telefónico fue el siguiente:

Obrero Funcional: hola jose? como andas? habla .....
José Garcia: que tal .... como esta' pana
OF: bien, aca estoy con .... para explicar lo de tasación diaria
Obrero del teclado: que tal wuom ?
JG: bien, bien, ahora viene tadeo para hablar con ustedes de ese "mono" (como esquivando olimpicamente la situación, ya que no alcanzaba), pero .... te pido un favor, cuando termines por favor "NO TRANQUES", "NO TRANQUES"....
(la carcajada de ambos obreros hubo de ser contenida con 4 manos sobre la boca, lo que produjo un silencio sepulcral en la conversación)
OT:........
OF:........
JG: escucharon ahí
OF: si, si (con un magnánimo esfuerzo pudo balbucear)
JG: aca esta tadeo, yo me voy a "cagar" (si, cagar, no ir al baño) y ahora vengo....
(otra carcajada surgio incontenible esta vez de parte de ambos talleristas)
Tadeo: hola.....
OF:........
OT:.......
Tadeo: que no contestan wuom, hola hooooooooolaaaaaaaa
OT: que tal taleo, como va ?
Ta: bien, bien,
OT: escuchá, lo primero que queremos saber es que carajo quiere decir "NO TRANQUES" y lo segundo es si jose fue al baño?
Ta: jajajaja, si, fue al baño, y "no tranques" no se, debe ser no cortes la llamada

La conversación siguió con apacible calma, pero desde ahí se hizo público entre un selecto grupo de talleristas el "no tranques".

El obrero funcional, llegó hasta pegar un cartelito con dicho modismo superlativo en la famosa "isla del orejon"