jueves, 18 de diciembre de 2008

El segundo dia, el mejor lugar

Cuando un tallerista, sea obrero del teclado u obrero funcional ingresaba al taller, no se producia nada extraño, lo común era que se produciere un corillo de los viejos talleristas pues, el nuevo nunca era presentado y era común, en dicho corillo, preguntar quien era el nuevo, con quien iba a trabajar y que perfil tenia.
Cierto día, apacible jornada talleril, ingreso un querible obrero del teclado, en segundos se lo bautizó como Jesus Rodriguez por su increible parecido con el otrora diputado nacional-ministro de economia de apuro,etc.
La historia del primer dia no paso de un dia de entrenamiento, de decir quien era, para que venia y que no tenia ni idea de con quien iba a trabajar ni con quien. Lo peor fue el lugar, pero para el no fue nada altisonante, hasta el segundo día. El lugar no era otro que justo enfrente y a un metro y medio de la puerta del reinado, lo curioso es que era de espaldas a dicha puerta.

Jesus no conocia en absoluto, dada su novatia, a los intrepidos talleristas. Por esa epoca, dominaba la encargaduria un binomio memorable, un binomio que hoy por hoy es recordado en las tertulias de cualquier ex-tallerista, un binomio que produjo la epoca mas prolifica en comicidades que solemos recordar los ex talleristas y los actuales. No era otro que Atila del taller y el celeberrimo cuyo apellido fue tomado como adjetivo calificativo.

Por dichos momentos un cliente poseia un cheque que no emitia pues el mas famoso de los procesos, el valorizador viejo, no soportaba las funcionalidades signadas en los contratos entonces no emitia el cheque en cuestion. El encargado, que dominaba las zetas como las planillas de excel, quiso anotarse el gran poroto para sobrepasar cualquier intento de sobrepasarlo a el, entonces tuvo la maravillosa idea de ubicar en el cliente una version que aun estaba en prueba. Con gran prisa consulto a un talleristas, obrero del teclado, que conocia el proceso y ya habia finalizado la version que para el representaba el salto al estrellato talleril:

Encargado: que te pareze si inztalamos en colombia el procezo de mexico
OT: una verdadera locura, que pretendes, ese proceso esta en test y nunca vio la luz de produccion
Enc: pero funciona, noz puede salvar (obviamente el "nos" fue para involucrar al obrero) en colombia
OT: hace lo que te parezca, para mi es una verdadero locura
Enc: bien....

Acto seguido, el encargado miro al obrero con una picara sonrisa como infiriendo que el obrero no le prestaba apoyo. Concurrio, luego de un fugaz paso por su oficina, a la oficina del rey, de espaldas a la puerta estaba Jesus, el nuevo obrero del teclado.

A los pocos segundos de ingresar al reinado una caterba de insultos, agravios, afrentas, denigraciones avergonzantes, calificaciones a la persona del encargado de la mas baja calaña, altisonantes insultos cuyos decibeles alertaron y rebotaron en la recepcion del taller, una verdadera catarata de defarciones nunca escuchadas. Ustedes no alcanzaron a ver la incomodidad de Jesus, como diciendo "....no, que hice?, donde entre a trabajar?...", no alcanzaron a ver el rostro y su expresiva desfraudacion sobre el taller. El gesto de incomodidad era permanente durante el momento, pero no claudicó.

En cierto momento, el encargado cerró la puerta del taller, pero los decibeles traspazaban la tapia y el intento de pasar desapercibido por dicho entuerto. En dicho momento, un obrero del teclado se acerco a Jesus y le dijo:

OT: no te preocupes, no es todos los dias, pero es muy frecuente
JR: mmmm
OT: es asi, colobo no tiene pruritos con nadie y es su manera de cagarte a pedos
JR: se....
OT: tranquilo, hoy te resulta incomodo, mañana te va a resultar gracioso.
JR: gracias

JEsus conocio al rey en su total dimension, y solamente fue el segundio dia.

¿Que paso con el encargado despues de dicho suceso?, eso queda para otra historia.

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