Esta curiosa anecdota ocurrió con uno de los obreros del teclado mas recordados, no solo por su labor sino también por la virtuosidad que mostraba en el juego del balompié al punto tal de que convirtió el mas recordado, mejor y glorioso gol en los juegos entre talleristas. La fecha de concreción de este no la recuerdo, pero estuve presente y hasta puedo decir "el pase se lo di yo".
Ocurrió en la época donde un remisero daba directivas a diestra y siniestra, donde la encargada tuvo su requiem con fecha expectante y curiosamente cumplida, donde todos los días nuevos obreros entraban, algunos a empellón limpio, a realizar tareas laborales y/o tareas no laborales en el taller.
Aquellos conspicuos talleristas sabian bien que los implementos laborales eran escasos y vetustos, rara vez, por no decir nunca, había actualización de los enceres. El célebre remisero devenido en subencargado, aquel que "compraba memoria", realizó una compra de monitores de que brillaban relucientes en un escritorio. Estos fueron repartidos con discreción a bando emitido oralmente y conmitado por cierto personaje encargado del pañol cibernético de dichos elementos.
Nuestro tallerista cumplia con aprecio sus tareas sin musitar queja, el poseia uno de los monitores mas arcaicos que poseia el inventario talleril. Cierta día en horario vespertino concurrió al pañol talleril y solicitó un cambio de monitor, el encargado del barracón no hizo objeción alguna y lo conformó al cambio del mismo.
El obrero del teclado hizo el cambio respectivo y casi a momento de finalizar el mismo ocurrió el siguiente suceso, la oficina de la celebérrima encargada donde habitaba el pueril remisero quedaba pared de por medio al cubículo que 6 obreros ocupaban, el obrero pasó por la puerta de la oficina con el monitor en mano, llegó a su escritorio y comenzó a acomodarlo, al segundo sale el majestuoso remisero (pelado con anteojos) con un cigarrillo en la mano derecha cercano a la boca y la mano izquierda oculta en el respectivo bolsillo:
R: ¿quien te dio el monitor ese?, ¿quien te autorizó?
OT: fulano (el encargado del pañol cibernético que por obligaciones no podemos nombrar)
R: no no noooooo (con un desden propio de un casero que no autoriza cierta conducta)
OT: pero yo le pregunté y me dijo que si
R: devolvelo donde estaba --dando la espalda, provocando una pitada al cigarrillo y volviendo a ingresar a su ¿oficina?--
Acto seguido y con fastido exánime el obrero del teclado volvio a su viejo monitor.
jueves, 24 de septiembre de 2009
viernes, 4 de septiembre de 2009
En honor a los años del taller
Hoy, 4 de septiembre de 2009, es un día bastante aciago y bienaventurado al mismo tiempo.
Aciago porque uno de los mas entrañables, jactanciosos, queribles talleristas ha dejado de ser tallerista activo y se convierte en tallerista activo.
De quien hablamos, hasta hoy no hubo tallerista que no lo haya conocido. Estuvo tantos años en dicho enclave del antitrabajo que es extraño, muy extraño para aquellos que lo conocemos, que dicha noticia nos cayó con tal sorpresa que confundimos la noticia con un supuesto timo de su parte. Esto, para aquellos que lo conocemos, es porque algunas de sus anecdotas las calificamos de timadoras por lo increible de las mismas.
Eran tanto los años que uno de los capangas del quebrachal lo trataba con cariño particular, llamandolo o refiriendose a el con el diminutivo de su nombre de pila.
Tuvo, dentro de taller, tantos apodos que ya ni recordamos cuantos, tuvo tantas historias que ya ni recordamos tanto.
Cuantas líneas de código habrá escrito, cuantas variables globales habrán sido signadas, inicializadas y declaradas por este, ahora, ex tallerista?.
Estamos consternados por la forma, Estamos felices porque al fin dejó el pasquín laboral.
En esta nueva etapa, por esta razón, por lo que fue él dentro del taller, por su decisión nos vemos obligados a este pequeño homenaje. Celebramos su decisión.
Para hacer de este pequeño homenaje sea recordado y cabal fue el originador de uno de los conceptos mas jocosos y permanentes en el futuro que se hayan impuesto por la actividad talleril: el, ya, celebérrimo "MEDIO TELEVISOR".
Este tallerista, ahora ex tallerista, ahora tiene en sus labios una de las frases mas célebres que algún ex tallerista, mas precisamente un tallerista (hace rato ex) cuyo apellido nos acerca al abdomen: "Hay otro mundo fuera del taller".
Salud!!! para la decision y Salud!!! para la noticia del año.
Aciago porque uno de los mas entrañables, jactanciosos, queribles talleristas ha dejado de ser tallerista activo y se convierte en tallerista activo.
De quien hablamos, hasta hoy no hubo tallerista que no lo haya conocido. Estuvo tantos años en dicho enclave del antitrabajo que es extraño, muy extraño para aquellos que lo conocemos, que dicha noticia nos cayó con tal sorpresa que confundimos la noticia con un supuesto timo de su parte. Esto, para aquellos que lo conocemos, es porque algunas de sus anecdotas las calificamos de timadoras por lo increible de las mismas.
Eran tanto los años que uno de los capangas del quebrachal lo trataba con cariño particular, llamandolo o refiriendose a el con el diminutivo de su nombre de pila.
Tuvo, dentro de taller, tantos apodos que ya ni recordamos cuantos, tuvo tantas historias que ya ni recordamos tanto.
Cuantas líneas de código habrá escrito, cuantas variables globales habrán sido signadas, inicializadas y declaradas por este, ahora, ex tallerista?.
Estamos consternados por la forma, Estamos felices porque al fin dejó el pasquín laboral.
En esta nueva etapa, por esta razón, por lo que fue él dentro del taller, por su decisión nos vemos obligados a este pequeño homenaje. Celebramos su decisión.
Para hacer de este pequeño homenaje sea recordado y cabal fue el originador de uno de los conceptos mas jocosos y permanentes en el futuro que se hayan impuesto por la actividad talleril: el, ya, celebérrimo "MEDIO TELEVISOR".
Este tallerista, ahora ex tallerista, ahora tiene en sus labios una de las frases mas célebres que algún ex tallerista, mas precisamente un tallerista (hace rato ex) cuyo apellido nos acerca al abdomen: "Hay otro mundo fuera del taller".
Salud!!! para la decision y Salud!!! para la noticia del año.
martes, 1 de septiembre de 2009
El gran gatsby o el memorioso Funes
Esta curiosa anecdota refleja solamente, la profusa sabiduria de los meses de verano de 2006, durante el reinado de la, celebérrima, encargada mas procaz que tuvimos los talleristas. Esos meses estuvieron cargados de una emotividad total, fue la plenitud de la comicidad, la plenitud de las apuestas, el reinado que dio origen al mas absoluto de los aciertos sobre los múltiples vaticinios que se hicieron sobre la reina de aquel entonces.
Esta encargada tuvo su séquito de admiradores, aduladores y forofos. Entre ellos podemos citar a dos de los mas altos exponentes de su escuela, el conde escoses y el gran remisero. Nunca contamos algo de aquel conductor, he aquí una pequeña parte de su pequeña obra.
En aquellos meses un gran cliente estaba ¿probando? el gran producto del taller, un gigante de las telecomunicaciones a escala mundial, internaciona y universal. Dentro de los procesos estaba el "mas importante de todos los procesos", el proceso madre de todos los procesos, sin el era imposible abonar y cobrar peso o dolar alguno; sin el nada era posible. Resulta que este proceso tenia sus problemas, grandes y pequeños, sucedaneos y auténticos. Resultado de todo ello era el gran problema del uso, apropiación, acopiación, asignación y acumulación insoportable de la memoria, este era "EL" problema, el que todos en un momento supieron como, el que todos los que miraron y/o escucharon sabian donde y como resolverlo. Pero hasta 6 meses despues, y de absoluta casualidad, se solucionó el problema.
En los cientos de miles de conciliabulos naturales, espontaneos y programados que se realizaron por aquel verano para solucionar el problema aquel remisero supuso la solución absoluta en su mente, haciendo un gambito al destino digital que rompia con todos los paradigmas de aquellos "olvidos" de algún obrero del teclado. El remisero ideo entonces la mas empírica de las solcuiones, haciendo un pavoneo de su conocimeinto en todas las areas.
La discusión se dio en un recinto cargado de propuestas, de absoluta necesidad, de imperiosa presteza. El obrero del teclado comenzó un brevísimo relato de los problemas de aquel fantástico proceso, también se destacó al importancia:
Obrero del teclado: "el problema principal que tenemos ahora es que se nos está cayendo por acumulación y asignación de memoria que luego no es liberada"
Remisero: "¿memoria?, pero ahora la memoria es barata, podemos solucionarlo comprando mas memoria.....
El silencio de un segundo posterior a la gran conclusión del remisero fue algo magestuoso, alivianador, el creyó, solamente por ese segundo, que era el "gran gatsby" del taller. Uno de los personajes mas curioso que participó en dicho concilio, un fumador empedernido, un verdadero transgresor construyó (con un cigarrillo en la comisura izquierda) una sorna y sorda sonrisa buscando la mirada cómplice del obrero del teclado, el silencio se hizo mayúsculo hasta que uno de los sucedaneos acompañantes de la encargada le contestó con un estilo casi mítico: "no corre en una pc".
Después de semejante solución nunca vimos a el remisero volver a participar en alguna reunión de caracter eminentemente técnico.
El remisero dejó, meses mas tarde, el taller cuan exhalación similar a una expectoración de músico.
Esta encargada tuvo su séquito de admiradores, aduladores y forofos. Entre ellos podemos citar a dos de los mas altos exponentes de su escuela, el conde escoses y el gran remisero. Nunca contamos algo de aquel conductor, he aquí una pequeña parte de su pequeña obra.
En aquellos meses un gran cliente estaba ¿probando? el gran producto del taller, un gigante de las telecomunicaciones a escala mundial, internaciona y universal. Dentro de los procesos estaba el "mas importante de todos los procesos", el proceso madre de todos los procesos, sin el era imposible abonar y cobrar peso o dolar alguno; sin el nada era posible. Resulta que este proceso tenia sus problemas, grandes y pequeños, sucedaneos y auténticos. Resultado de todo ello era el gran problema del uso, apropiación, acopiación, asignación y acumulación insoportable de la memoria, este era "EL" problema, el que todos en un momento supieron como, el que todos los que miraron y/o escucharon sabian donde y como resolverlo. Pero hasta 6 meses despues, y de absoluta casualidad, se solucionó el problema.
En los cientos de miles de conciliabulos naturales, espontaneos y programados que se realizaron por aquel verano para solucionar el problema aquel remisero supuso la solución absoluta en su mente, haciendo un gambito al destino digital que rompia con todos los paradigmas de aquellos "olvidos" de algún obrero del teclado. El remisero ideo entonces la mas empírica de las solcuiones, haciendo un pavoneo de su conocimeinto en todas las areas.
La discusión se dio en un recinto cargado de propuestas, de absoluta necesidad, de imperiosa presteza. El obrero del teclado comenzó un brevísimo relato de los problemas de aquel fantástico proceso, también se destacó al importancia:
Obrero del teclado: "el problema principal que tenemos ahora es que se nos está cayendo por acumulación y asignación de memoria que luego no es liberada"
Remisero: "¿memoria?, pero ahora la memoria es barata, podemos solucionarlo comprando mas memoria.....
El silencio de un segundo posterior a la gran conclusión del remisero fue algo magestuoso, alivianador, el creyó, solamente por ese segundo, que era el "gran gatsby" del taller. Uno de los personajes mas curioso que participó en dicho concilio, un fumador empedernido, un verdadero transgresor construyó (con un cigarrillo en la comisura izquierda) una sorna y sorda sonrisa buscando la mirada cómplice del obrero del teclado, el silencio se hizo mayúsculo hasta que uno de los sucedaneos acompañantes de la encargada le contestó con un estilo casi mítico: "no corre en una pc".
Después de semejante solución nunca vimos a el remisero volver a participar en alguna reunión de caracter eminentemente técnico.
El remisero dejó, meses mas tarde, el taller cuan exhalación similar a una expectoración de músico.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)