jueves, 2 de octubre de 2008

La estafa del conde escoses

Nos explayamos, esta vez, sobre las bondades del conde, quien no solamente sufrio sobre el stress.

El conde escoses fue presentado como un encomiable obrero especializado (no del teclado, ni funcional) único en el mundo. Su fina estampa hizo trascender un nuevo estilo vestuarista en el taller. Los talleristas, antes de dicha fulgurante aparición, vestían sencillamente, sin grandes estridencias textiles, sin pacatismo pero con una gran apertura a la individualidad. Este conde escoses, cuyos ancestros se preguntaran quien es él, tenia una figura enigmática, de estatura media, entrado someramente en kilos portaba una barba profusa sin llegar siquiera a emulara San Pedro. Poseía dos extremas curiosidades; la primera es que fue el único al que se le permitía concurrir munido de soberanas chancletas bajo sus pies y el segundo detalle era mas visible que el anterior y se refería a su peculiar capilarismo; de pelo castaño oscuro su cabellera extremadamente lacia, acicalaba un exulstante, anti salina y larguisima "colita" cuyo fin residia en sus nalgas.

Este conde devenido en maestro detentaba un profuso conocimiento sobre cualquier matería tencológia y humana. Una verdadera enciclopedia caminante. Los talleristas quedaban absortos de semejante capacidad cerebral, no podía, y mas de uno se resistia, a creer tan pletórico conocimineto. Todo lo resolvia.

Cierto día para su desgracia ocurrió lo del "sed" y develó la misteriosa fuente de conocimientos. Luego de dicho episocio, macabro para él, no sostuvo mas su verdadera estaba. Todos los talleristas dejaron de consultarle luego de el soberano hecho que relatamos a continuación. El dialogo se produjo entre el conde escoses y uno de los obreros del teclado mas amados y odiados al mismo tiempo.
Obrero del teclado: tenes idea de como se usa...
Conde escoses: no, la verdad que no, vamos a preguntarle al maestro todo de la sabiduria (sic)
OT: quien es?
CE: google.....

Rapidamente sin parpadeo alguno, cambió el programa actual por una página de google que ya tenía abierta y buscó rapidamente, con la para nada incipiende velocidad de sus dedos, la pregunta realizada.

Los obreros todos, comenzaron a observar a dicho Conde originario del reino unido, como un verdadero "buscador" humano. Los talleristas no era que no podían buscar o no sabían buscar, eran profusos buscadores de google, pero por un tiempo se creyó que el conde era una enciclopedia caminante.

Nadie volvió a creer en el conde después de dicho suceso.

El stress, El Conde y una supuesta infidelidad.

Durante el gobierno de cierta capataza, época donde, como advertimos en otras entradas, la gente nueva era un hecho cotidiano, hubo un gran intento de modernizar tecnologicamente hablando al taller.

Gente con gran capacidad técnica, grandes conocimientos, amplia experiencia y gran desarrollo potencial a futuro fue llegando al taller.

Se instalaron herramientas complejisimas, se capacitaba constantemente a los obreros del teclado y a los obreros funcionales, capataces y demás; los nuevos talleristas hacian creer a aquellos obreros que iban a pisar el primer mundo, a tocar y sentir las bellas campanadas de la nueva ola tecnológica. Todo estaba preparandose para profesionalizar a los viejos y viejos-nuevos obreros, a los que se miraba como talleristas con esfuerzo encomiable pero de escaso y obsoletos conocimientos como para arribar a dicho primer mundo. Fue ingente contratar un hombre, cuya historia se comentó en otra entrada, que provenga de aquel paraíso, de aquella nirvana que con su leganía era inalcanzable para cualquier obrero. Este obrero que exedía cualquier calificación fue presentado como un obrero MUNDIAL del "sofguare", cuyos conocimientos lo llevaron a codearse con los mas altisonantes personajes de esta molecular cofradía, hasta se llegó a espetar que este hombre era uno de "los 3" en el mundo que poseía ciertas capacidades. Como quedó dicho en alguna otra entrada, ningún tallerista supo precisamente cual era la función, pero cierto día desapareció y nunca supimos mas de el. El nivel era tan alto que lo único que se supo a nivel personal fue que es un verdadero fanático idolatrizante de woody allen.

Volviendo a la historia principal, se proveyó al taller de ciertas herramientas tecnológicamente tan avanzadas que necesitaban los obreros una capacitación tan intensiva y especial que el curso duraba 20 minutos y se proveyó solo en grupos de no mas de 3 o 4 personas. El encargado de dicha capacitación era un ser ultramisterioso, recóndito, reservado e indescifrable. El personaje poseía unos conocimientos tan trascendetales y penetrantes que ningún obrero del teclado fue capaz de seguirlo, hasta tuvo un hecho por demás horripilante que tuvo consecuencias nefastas en el. El dialogo fue extremadamente apacible: un obrero del teclado concurrió a su escritorio a consultarle sobre alguna pesquisa infinitamente pesada para el, se acercó entonces y preguntó
Obrero del teclado: disculpame, te hago una pregunta (ahí advirtió un trabajo manual que realizaba este ser magnánimo)...ah, esta modificando eso, justo ahora.
Capacitador: si, si
OT: pero que?, estas haciendo archivo por archivo?, mira que son 127 o mas. No podes usar el "sed"?
Capacitador: sabes que lo probé en esta máquina y no esta instalado
OT: (advirtiendo la paparruchada que le estaba espetando el capacitador) seguro ?, si yo lo uso
Capacitador: como?, no esta instalado
OT: a ver?, salite un seguno de ahí?, con que usuario estas?
Capacitador: root
OT: a ver probá?
El capacitador escribió el comando supuestamente no instalado, tipeo valientemente como para escracharle el verbo intimidador al obrero insignificante en conocimientos y sobresaliente fue su sorpresa ante la respuesta afirmativa del temeroso comando "sed". El comentario no fue fausto, pero fue un comentario tal que la admiración cayó a niveles tales que fue mirado como payaso carnavalesco atildado cnon ropaje superior y no volvió a ser observado como un gigante del taller. El obrero del teclado, un ser denigranble para algunos, socarron para otros, sarcastico e irónico para cierto grupete comenzó a divertirse con el preguntadole y comentandole sobre cualquier materia en modo absurdo para recabar la, a veces, ridícula respuesta del insuperable capacitador. Según el obrero, la mayor cantidad de respuestas era equivoca.

Tal su apellido, escoses de pura cepa, ese obrero le preguntó sobre el origen y este le contestó con un nivel tal que fue apodado como "El conde", dado que tuvo la argucia de espetar: "Mi abuelo fue conde de asdfadfad ffaiouoiuqoqwer" (no podemos recordar exactamente el nombre del condado escoses que no indicó). El inglés de este capacitador fue tan estupendo, que retumbó por todos los rincones del taller.

Desde ese día, se derritió la estatua inmaculada de dicho capacitador.

Los días siguieron concursando en el taller con cierto aire espeso. La capataza de turno fue amablemente invitada a salir por la puerta del taller justo antes del inicio del mundial, hecho comentado, que provocó el acierto mas mounstroso se parte de uno de los mas conspicuos y caracterisados talleristas.

Un día apacible este personaje capacitador se presentó en el taller con premura, hasta que en el momento posterior en que el día se desdobla, este ser misterioso se retiró presuroso. Un viernes mas precisamente, a la tarde quien preguntaba por el laconicamente le respondian: "no se, se sentía mal y se fue", a medida que pasaron las horas se supo la ingente verdad: "el médico le dio 3 dias de reposo por stress".

No tuvimos mas noticias de el, hasta que al tercer día, como Cristo resucitado, no se hizo presente sino por una carta documento donde demandaba al taller por su indemnización laboral. Este hombre, que sabía de todo, no fue visto por el taller. Desde ese día "el stress de El Conde" pasó a ser una de las mas altas "Mentiras de Carriers" que hayamos escuchado.